1 de abril de 2025

Transgénicos en el Perú: ¿Una oportunidad o una amenaza para nuestra biodiversidad?

Transgénicos en el Perú Una oportunidad o una amenaza para nuestra biodiversidad

En la sierra central del Perú, una cooperativa llamada Intirun Pachata Micuchisun, o Inpami, se dedica a la producción de alimentos agroecológicos. Fundada en 2014, está integrada principalmente por agricultores de Junín y Huancavelica, quienes buscan ofrecer productos de calidad y acceder a diversos mercados, defendiendo al mismo tiempo los precios justos para los insumos andinos. La cooperativa se ha enfocado en eliminar la intermediación que afecta sus ingresos y ha logrado asumir todos sus gastos comerciales desde 2019.

Uno de los mayores logros de Inpami ha sido su colaboración con el programa Qali Warma, a través del cual han suministrado alimentos a 16 colegios. Además, en un paso significativo, la cooperativa cerró un acuerdo con el supermercado Tottus para proveer productos como papas nativas y blancas, arvejas, paltas, y otras frutas y verduras. Carmen Marca, gerente general de Inpami, expresa que, aunque las adquisiciones de Tottus son grandes, la cooperativa tiene la oportunidad de ver cómo son sus productos y la cantidad que pueden entregar.

Sin embargo, la cooperativa se enfrenta a desafíos adicionales, como la amenaza de un proyecto de ley que podría levantar la moratoria sobre los transgénicos en el país. Este proyecto está siendo impulsado por los parlamentarios Edward Málaga, Adriana Tudela y Alejandro Cavero, quienes argumentan que la manipulación genética no debe considerarse algo oscuro y que el Perú ya consume productos con ingredientes transgénicos, como embutidos y cereales.

Por otro lado, Eduardo Zegarra, economista e investigador de Grade, se muestra crítico con la propuesta de permitir los transgénicos. Según él, el principio precautorio del Protocolo de Cartagena, que busca garantizar la seguridad de la biodiversidad y la salud humana, establece que la carga de la prueba sobre los riesgos de los transgénicos debe recaer en quienes promueven su uso, no en los países que los recibirán. Zegarra argumenta que permitir su ingreso podría poner en peligro la biodiversidad del país.

Zegarra también sostiene que no tiene sentido comercial sembrar transgénicos en Perú, ya que el país no podrá competir con grandes productores como Argentina, Brasil o Estados Unidos. El Perú se destaca por sus exportaciones de alimentos orgánicos, como el cacao y el café, que no están contaminados genéticamente. Según él, la introducción de cultivos transgénicos podría poner en riesgo la posición del Perú en estos mercados.

Desde el punto de vista de Carmen Marca, las semillas transgénicas son problemáticas porque no se reproducen, lo que obligaría a los agricultores a comprarlas cada temporada a empresas transnacionales. Esto generaría una dependencia perjudicial, especialmente para los pequeños productores de agricultura familiar. Marca sostiene que este tipo de proyectos beneficiaría solo a los grandes productores, y no a los pequeños agricultores.

A nivel internacional, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aprobó una reforma constitucional que prohíbe la siembra de maíz genéticamente modificado en su país. Esta medida también reconoce al maíz y su diversidad como un elemento clave de la identidad nacional de México. Málaga recuerda que hace más de 20 años, se descubrió que el maíz nativo en México estaba contaminado por ADN transgénico debido a malas prácticas en la siembra, lo que llevó a la prohibición en el país.

Carmen Marca considera que Perú debería seguir el ejemplo de México y proteger sus semillas nativas. En este sentido, los gremios agrarios peruanos están preparando una iniciativa de ley para proteger las semillas nativas y sus sistemas tradicionales, luchando contra la biopiratería y fortaleciendo la comercialización de estas semillas. Marca cree que mantener la moratoria a los transgénicos es lo más prudente, ya que proteger nuestras semillas nativas es esencial para salvaguardar nuestra biodiversidad.

Aunque Zegarra apoya las iniciativas para proteger los recursos genéticos del país, no es optimista sobre los resultados que se puedan obtener en la Comisión Agraria. Sin embargo, Málaga cree que es posible encontrar un punto de encuentro con los gremios agrarios y desideologizar el debate, mientras que Carmen Marca sigue firme en su postura de defender la biodiversidad del Perú y mantener la restricción sobre los transgénicos.

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