El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), que forma parte del Ministerio del Ambiente, ha alertado sobre un probable incremento de lluvias en las localidades de la sierra central sur. Este aumento en las precipitaciones favorecerá el desarrollo de diversas etapas cruciales de los cultivos, como el crecimiento vegetativo, la floración, el llenado de grano y la formación de tubérculos.
El Senamhi destacó que este incremento de humedad también será beneficioso para la recuperación de las plantaciones que han sufrido daños por estrés hídrico y bajas temperaturas durante los días anteriores. Estos fenómenos climáticos han afectado negativamente a diversos cultivos, por lo que la mejora en las condiciones será favorable para su regeneración.
No obstante, el organismo meteorológico advirtió que las probabilidades de que se presenten fenómenos extremos como granizos, vientos fuertes, lluvias intensas y heladas seguirán presentes, especialmente en las zonas altoandinas por encima de los 4,000 metros sobre el nivel del mar. Localidades como Chumbivilcas, Paucartambo, Canas y Espinar en Cusco, así como Ácora, Juliaca, Capachica y Asillo en Puno, podrían verse gravemente afectadas por estos eventos.
Las afectaciones ya reportadas incluyen quemaduras en las hojas, defoliación, marchitamiento temporal de las plantas, e incluso la muerte de plántulas. Estos daños han impactado principalmente a los cultivos de maíz en floración y llenado de grano, papa en crecimiento vegetativo y floración, quinua en panoja, haba en floración y fructificación, entre otros cultivos de uso común.
En vista de esta situación, el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) y el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa), en colaboración con las Plataformas de Gestión Agroclimática, han emitido una serie de recomendaciones para los productores agrícolas de la región. Se aconseja a los agricultores mantenerse organizados para ejecutar acciones preventivas de manera rápida y coordinada, como el lanzamiento de cohetes (bombardas de doble carga) para mitigar el impacto de los fenómenos adversos.
Además, se sugiere realizar monitoreos periódicos de los cultivos para detectar de manera temprana la presencia de plagas y enfermedades, así como llevar a cabo una limpieza regular de malezas. Estas acciones permitirán minimizar los riesgos para la producción agrícola y asegurar una recuperación más eficiente de los cultivos afectados por las condiciones climáticas.