El debate sobre la seguridad alimentaria ha cobrado fuerza en Perú en las últimas semanas, impulsado por los resultados del Tercer Monitoreo Ciudadano de Pesticidas en los Alimentos. Este estudio, realizado en cinco mercados de diferentes ciudades, reveló que el 47% de los productos analizados presentaba residuos de pesticidas que exceden los límites permitidos por la normativa peruana. Entre los alimentos investigados, la cebollita china y el apio fueron destacados, aunque la quinua, uno de los principales productos agrícolas de exportación, también ha sido objeto de estudio en años anteriores.
La quinua, valorada por su alto contenido nutricional, se incluyó en el listado de alimentos con residuos de pesticidas. Un análisis realizado por Salud con Lupa encontró que varios paquetes de quinua blanca, adquiridos en supermercados y tiendas orgánicas de Lima, contenían hasta nueve pesticidas prohibidos en la Unión Europea debido a su toxicidad. La investigación, llevada a cabo por un equipo de la Universidad del Pacífico y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, examinó 27 paquetes de distintas marcas y detectó la presencia de plaguicidas como carbofurano, clorpirifos, malatión y cipermetrina.
Estos hallazgos ponen de manifiesto una preocupante situación en el sistema de control de plaguicidas en Perú. Durante el análisis, se encontró que 20 de las muestras de quinua contenían clorpirifos, un pesticida asociado a problemas de desarrollo cognitivo en niños expuestos indirectamente durante la gestación. A pesar de que su uso fue prohibido en la Unión Europea en 2020, en Perú esta prohibición solo se implementó en agosto de 2024.
El estudio también puso en evidencia el etiquetado engañoso en algunos productos orgánicos. La investigación titulada “Presencia de pesticidas prohibidos a nivel internacional en quinua peruana durante la pandemia de covid-19” reveló que diez de las bolsas de quinua analizadas estaban marcadas como “orgánicas”, a pesar de contener pesticidas en distintos niveles. Angie Higuchi, doctora en economía agrícola y parte del equipo investigador, expresó su preocupación sobre este asunto.
Higuchi afirmó: “Un productor orgánico debe garantizar que el producto esté libre de pesticidas desde la semilla hasta que llega a tu mesa. El hallazgo de diez bolsas de quinua etiquetadas como orgánicas, pero contaminadas, sugiere que muchas empresas están engañando a los consumidores al promocionar sus productos de manera incorrecta”. Además, 16 de las 27 muestras analizadas superaron los límites de residuos establecidos por la Unión Europea, lo que las convierte en productos no aptos para el consumo en ese mercado.
El problema no se limita a la quinua. La investigación también incluyó otros productos agrícolas muy consumidos en el país, como el apio, el pimiento y la cebolla china. En el Mercado Mayorista Señor de Puelles, se encontró que una muestra de apio presentaba niveles de pesticidas 128 veces superiores a los límites permitidos. Asimismo, muestras de pimiento y tomate de mercados como Santa Anita (Lima), Challhua (Huaraz), El Palomar (Arequipa) y Wanchaq (Cusco) mostraron residuos de clorpirifos, a pesar de la prohibición de su uso en agosto de este año.
Ante estos resultados, es fundamental la intervención del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) y de las autoridades municipales para garantizar la seguridad alimentaria. La falta de supervisión en los mercados de abasto, tanto urbanos como rurales, es un tema recurrente en la investigación. Según el informe, el control de plaguicidas sigue siendo insuficiente para asegurar la inocuidad de los productos que llegan a las mesas de las familias peruanas.
A pesar de los desafíos en cuanto a la seguridad alimentaria, la quinua sigue siendo un alimento altamente beneficioso. Este grano andino es uno de los pocos alimentos vegetales que contiene todos los aminoácidos esenciales, convirtiéndose en una opción ideal para vegetarianos y veganos que buscan proteínas completas. Su alto contenido en fibra favorece la digestión y contribuye a la salud intestinal, mientras que sus antioxidantes, como la quercetina y el kaempferol, ayudan a proteger las células.
La quinua también presenta un bajo índice glucémico, lo que ayuda a mantener estables los niveles de glucosa en sangre, beneficiando a personas con diabetes o resistencia a la insulina. Adicionalmente, es rica en hierro, magnesio, zinc y potasio, nutrientes esenciales para el sistema inmunológico y la salud muscular. Al ser naturalmente libre de gluten, resulta segura para quienes tienen intolerancia o sensibilidad a esta proteína, y su alto contenido en proteínas y fibra favorece la saciedad, ayudando a mantener un peso saludable.
Por tanto, es crucial abordar los problemas de seguridad alimentaria y la regulación de pesticidas para proteger tanto la salud pública como la reputación de productos emblemáticos como la quinua en el mercado internacional.
