En una reciente reunión del Consejo Regional de Piura, se aprobó una ordenanza que declara de interés regional el reconocimiento del corredor de conservación Andes del Norte. Este corredor conecta los páramos y bosques montanos de las provincias de Ayabaca y Huancabamba, en la sierra de Piura, donde se encuentra un ecosistema de gran singularidad.
Durante la sesión, Milker Castro, presidente de la comisión de medio ambiente y consejero regional de Ayabaca, presentó el informe técnico de la ordenanza. Destacó que el corredor abarca áreas estratégicas y promoverá un modelo de conectividad ecológica que protegerá los valiosos ecosistemas de la región, fundamentales para el suministro de agua.
Paolo Villegas, especialista del Gobierno Regional de Piura, mencionó que el corredor de conservación se extiende por 175,541 hectáreas en las provincias de Ayabaca y Huancabamba, abarcando comunidades como Samanga, Tapal, Predios Ambulco, San Juan de Cachiaco, San Pablo, Huaricancha y Segunda y Cajas.
En este contexto, la bióloga Katty Carrillo, de Naturaleza y Cultura Internacional, resaltó el compromiso de las comunidades campesinas. A través de sus áreas de conservación, promueven el cuidado del ecosistema, fortaleciendo sus capacidades para enfrentar amenazas y garantizar un ambiente de calidad.
Karina Morales Andrade, Consejera Regional de Morropón, también enfatizó la importancia del trabajo conjunto con las comunidades, destacando que esto fomenta la sostenibilidad de los procesos de desarrollo del ecosistema. Además, reconoció el esfuerzo de Naturaleza y Cultura Internacional en favor de la biodiversidad.
Los ecosistemas de esta área albergan una rica diversidad de flora y fauna, incluyendo especies emblemáticas como el Tapir Andino (Tapirus pinchaque) y el Oso de Anteojos (Tremarctos ornatus). También son un refugio para una amplia variedad de aves únicas, lo que los convierte en un importante santuario de vida silvestre.
Los páramos y bosques montanos desempeñan un papel crucial en el abastecimiento de agua. En Piura, esta zona alimenta las cuencas de los ríos Chira y Chamaya, vitales para las comunidades locales y las actividades agrícolas y económicas de la región.
Raul Cevallos, director del Sistema Regional de Piura, subrayó la relevancia de contar con una ordenanza que proteja las fuentes hídricas, beneficiando a más de 47,000 agricultores y cubriendo una superficie de riego de 76,829.96 hectáreas. Además, la cuenca Huancabamba-Chamaya abastece a alrededor de 158,000 habitantes y cubriría 38,000 hectáreas en Lambayeque, apoyando el Proyecto Alto Piura.
Finalmente, aunque la ordenanza favorece la conexión de los ecosistemas de Piura, también se integra con los de Cajamarca, formando un total de 729,000 hectáreas. Esto incluye 7 Áreas de Conservación Privada Comunales y otros espacios protegidos, con el objetivo de conservar la biodiversidad y asegurar los servicios ecosistémicos para todos los peruanos. La bióloga Katty Carrillo también destacó la necesidad de una legislación que promueva corredores de conectividad para garantizar la protección de estos recursos a largo plazo.