La Comisión Agraria del Congreso de la República aprobó el dictamen de la Nueva Ley Agraria con 13 votos a favor y dos en contra. Este dictamen favorece principalmente a las empresas agroexportadoras, otorgándoles una reducción del 15% en el impuesto a la renta, un beneficio similar al de la extinta Ley Chlimper, promulgada durante el gobierno de Alberto Fujimori.
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha estimado que el costo fiscal de esta medida ascendería a S/1.850 millones anuales. Un aspecto preocupante es que estas exoneraciones tributarias beneficiarían únicamente a las grandes empresas y no a la pequeña agricultura, que no recibiría beneficios de esta ley.
El MEF argumenta que las empresas agroexportadoras y vitivinícolas, que ya tienen presencia tanto en el mercado nacional como internacional, no requieren de estos beneficios tributarios. Según el Ministerio, estas empresas ya han consolidado sus mercados y no deberían depender de exoneraciones fiscales.
Datos proporcionados por el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) y la Sunat indican que entre 2012 y 2023 los ingresos de las agroindustrias y agroexportadoras han tenido un crecimiento sostenido. En ese período, los ingresos aumentaron en un 200%, con un promedio anual del 11%. Esta tendencia positiva en el sector será discutida próximamente en el Pleno del Congreso.
Las 18 empresas agroexportadoras más grandes del país son las principales beneficiarias de la ley, según el exviceministro de Promoción del Empleo del Ministerio de Trabajo, Fernando Cuadros. Cuadros señaló que estas 18 empresas concentran la mitad del empleo agroexportador del país. «El 94% de los trabajadores agrarios están empleados en grandes empresas, y de ese total, la mitad pertenece a solo 18 empresas», destacó.
Cuadros también recordó que el sector agroexportador lleva más de 24 años beneficiándose de diversos incentivos fiscales, como la reducción del impuesto a la renta, la depreciación acelerada y la anticipación de la devolución del IGV. Sin embargo, a pesar de estos beneficios, el sector sigue pidiendo que se continúen prorrogando las exoneraciones fiscales.
En 2023, el sector agroexportador experimentó un crecimiento en sus utilidades del 74%, lo que prácticamente duplicó sus ganancias en comparación con el año anterior. Cuadros cuestionó la necesidad de seguir otorgando estos beneficios a un sector que ha demostrado ser rentable y en expansión.
Después de la derogación de la Ley Chlimper en diciembre de 2020, a raíz de las protestas laborales, el sector agrario formal experimentó un aumento de aproximadamente 42,000 empleos netos adicionales. «No es cierto que la Ley N° 31110, que regula el régimen laboral agrario y los incentivos para el sector agroexportador, haya perjudicado al sector», afirmó Cuadros.
Aunque en 2023 hubo un impacto negativo en algunos productos debido al Fenómeno de El Niño (FEN), que afectó la productividad de ciertos cultivos, Cuadros aclaró que este efecto fue puntual y coyuntural. Según él, este impacto ya se ha revertido en 2024, lo que indica que el sector continúa siendo dinámico y en crecimiento.