La producción de huevos en Bolivia cuenta con subsidios, lo que la convierte en una opción atractiva para los comerciantes de la frontera en Puno, quienes ingresan estos productos a Perú sin control sanitario, según el director de la Asociación Peruana de Avicultura (APA), Pedro José de Zavala.
De Zavala destacó que la situación se ha vuelto aún más favorable para los comerciantes bolivianos debido a la escasez de dólares en su país. Esto ha llevado a muchos a optar por vender en Perú, donde obtienen mayores ingresos al cambiar sus ganancias a soles.
En sus declaraciones a Correo, el director de la APA advirtió que la entrada de huevos sin control sanitario representa un riesgo significativo para la industria avícola peruana, ya que podría no solo afectar la producción de huevos, sino también la de pollo.
“Si la producción avícola se ve perjudicada, los precios pueden aumentar considerablemente”, enfatizó de Zavala, subrayando las repercusiones económicas de esta situación.
El contrabando de huevos se ha convertido en una práctica más rentable para los comerciantes, lo que ha inundado mercados no solo en Puno, sino también en regiones como Cusco, Madre de Dios, Arequipa, Moquegua y Tacna.
De Zavala también comentó que, a pesar de las medidas adoptadas por las autoridades, estas no son suficientes para frenar el problema. Hizo un llamado a activar la cooperación entre la Sunat, Aduanas, Senasa y la Policía Nacional en la frontera, sugiriendo que incluso se debería trabajar en conjunto con Bolivia para abordar el contrabando de huevos.
Además, resaltó que esta situación no solo perjudica a Perú, especialmente a los granjeros del sur, sino que también deja a Bolivia sin suficiente suministro de alimentos en un momento de desabastecimiento.
Por otro lado, de Zavala mencionó que la APA está trabajando para promover el consumo de huevos, ya que es una fuente de proteína económica que ayuda a combatir la anemia. Aseguró que se está superando el mito sobre la cantidad de unidades que se deben consumir al día, con un aumento en el consumo per cápita, que en 2023 alcanzó las 238 unidades anuales, y se espera que en 2024 sea aún mayor.
