Durante años, la economía peruana ha estado fuertemente ligada a la minería, un sector clave que ha impulsado su crecimiento y proporcionado importantes ingresos fiscales. Sin embargo, un reciente informe del Banco Mundial (BM) señala que es crucial diversificar la economía y fortalecer sectores no mineros, como la manufactura, la agricultura y los servicios, para reducir la dependencia de este rubro.
En su informe titulado «Perú: aprovechando las oportunidades para el crecimiento y la prosperidad», el Banco Mundial propone fomentar la innovación tecnológica y mejorar el acceso a financiamiento para sectores industriales estratégicos. Este enfoque busca mejorar la competitividad de los sectores no mineros y promover una mayor diversificación económica.
El informe también destaca el potencial de la agroindustria, un sector que ha mostrado un crecimiento notable en los últimos años. De acuerdo con el documento, el valor total de las exportaciones agrícolas peruanas se multiplicó por 15 entre 2000 y 2022, lo que demuestra las grandes oportunidades que ofrece este sector. Para fortalecer estos avances, se sugiere continuar con la inversión en infraestructura de riego y reforzar la capacidad del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) para abrir nuevos mercados internacionales.
En cuanto al sector de los servicios, el turismo es identificado como un área clave para el crecimiento. Perú, reconocido por ser uno de los países más biodiversos del mundo, tiene un enorme potencial turístico, aunque aún enfrenta desafíos en términos de conectividad y promoción internacional. El Banco Mundial recomienda mejorar la infraestructura en regiones con alto potencial turístico y desarrollar estrategias para atraer a más turistas internacionales.
Por otro lado, la transición hacia una economía verde representa tanto un desafío como una oportunidad para el país. El informe subraya que el impulso global hacia la energía limpia constituye una gran oportunidad para Perú, dada la riqueza de sus reservas de cobre, un mineral esencial para la transición energética. El Banco Mundial sugiere modernizar los organismos reguladores, acelerar la concesión de permisos y fomentar prácticas de minería responsable para minimizar el impacto ambiental. Asimismo, resalta la importancia de atraer inversiones en energías renovables, ya que Perú tiene un gran potencial en energía solar y eólica, lo que permitiría diversificar su matriz energética y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
