Este año, la producción sigue arrastrando las consecuencias de las malas condiciones climáticas del 2023, con rendimientos disminuidos hasta en 20%
El precio de la hortaliza pudo sostener la fuerte reducción en el volumen al cotizarse en promedio en US$ 3.92 por kilogramo, 22% mayor al año anterior.
Las tendencias de consumo en los grandes mercados globales han ido en dirección hacia una alimentación más saludable. Esto favorece a productos como el espárrago, cuya proyección de crecimiento en la demanda ha sido positiva durante los últimos años. Y si bien esto debería ser un buen aliciente para los productores, para los exportadores peruanos el camino ha estado lleno de obstáculos. Después de un periodo de franco crecimiento y precios atractivos, los problemas productivos y comerciales se han hecho persistentes.
El 2022 fue un año difícil en términos comerciales. Los precios se mantuvieron en un nivel bajo y la competencia internacional creció considerablemente. Fue mucho más difícil colocar la recuperada producción peruana en los mercados norteamericanos y en Europa. En cambio, en 2023, la situación fue contraria. El fenómeno El Niño limitó bastante la oferta mundial, incluida la peruana, y esto generó un aumento significativo en los precios que permitió cerrar dicho año de forma positiva para los productores peruanos de espárrago.
Sin embargo, el peligro que genera la producción mexicana, que tiene fácil acceso al mercado norteamericano, es constante. Especialmente cuando su producción está al alza. China es el principal productor mundial, pero no suele exportar tanto volumen como el Perú o México, los líderes globales, dada su alta demanda interna. Sin embargo, en ocasiones de gran producción, China tiene la capacidad de inundar por periodos importantes los grandes mercados internacionales.
En 2024, la producción peruana aún sigue arrastrando las consecuencias de las malas condiciones del año pasado, con rendimientos por hectárea disminuidos hasta en un 20%. A esto hay que sumarle la salida de muchos productores de este cultivo, tras los complicados años que sufrió el producto desde 2018. Con ello, en lo que va del año, los envíos totalizaron 20.648 toneladas por un valor de US$ 81 millones, lo que significó una caída de -22% en volumen y -5% en valor. El precio pudo sostener la fuerte reducción en el volumen al cotizarse en promedio en US$ 3.92 por kilogramo, 22% mayor al año anterior.
Las proyecciones iniciales indican que el año cerraría en un nivel similar, pero se presentaría una leve mejora conforme se acerque el final del año. Por tanto, en un escenario de regularización climática y un correcto desarrollo de la demanda, según las proyecciones de Fresh Fruit, las exportaciones de espárrago de todo el 2024 registrarían una caída del 18% en volumen y del 4% en valor.
Dinámica importadora
Los Estados Unidos es el principal comprador global de espárrago y su principal abastecedor es México. Sin embargo, el Perú mantiene una posición influyente en esta plaza. La demanda se mantiene estable con ligeras fluctuaciones y la valorización que se le dan a los espárragos peruanos siguen siendo ligeramente superior a los mexicanos, y eso se refleja en el precio promedio recibido que se situó en los US$ 3.52, 20% mayor al año anterior. Esto pudo compensar la caída de casi 21% en el volumen de los envíos peruanos. Esta situación podría mantenerse un tiempo con lo limitada que esta la oferta interna y con México aún con problemas para despegar.
Los envíos hacia Europa sí fueron mucho más afectados. La demanda sigue robusta, pero los volúmenes, tanto importados como internos, no han sido suficientes, por lo que se ha generado una fuerte presión al alza en el precio. Este promedió los US$ 5.24 por kilogramo, 31% mayor a lo obtenido el año anterior. Sin embargo, los volúmenes disponibles fueron mucho menores, con una caída cercana al 33%. Es esperable que la situación de existencias vaya mejorando conforme el año avance. Otros productores, como Grecia e Italia, están obteniendo oportunidades para hacer destacar más su producción y poder ponerse a la par de la competencia, por lo cual el productor peruano no debería preocuparse solamente por cumplir con la demanda de volumen, sino en producir una calidad competitiva.
Fuente: Fresh Fruit