El Perú se ha consolidado como el líder indiscutible en la exportación de arándanos, un logro que va más allá de las cifras económicas, reflejando la capacidad innovadora y resiliente de la nación. Este éxito, que ha posicionado al país en un lugar privilegiado a nivel global, no solo representa un hito en términos comerciales, sino también un testimonio del trabajo arduo y la visión estratégica que ha transformado a este pequeño fruto en un motor clave de la economía peruana.
Según un informe del Suplemento Económika del Diario Oficial El Peruano, las exportaciones de arándanos alcanzaron un récord en 2024, con 326,000 toneladas que generaron ingresos de 2,270 millones de dólares. Estos resultados no solo superaron las expectativas del propio Perú, sino que también alteraron el panorama global de la industria, destacando al país como un jugador clave en el mercado mundial de arándanos.
Este éxito no es fruto de la casualidad. Es el resultado de una combinación de factores que incluyen la audacia de los agricultores, la visión empresarial, el respaldo de políticas públicas efectivas y, sobre todo, la bendición de una geografía que favorece el cultivo de este superalimento. No obstante, el país debe estar preparado para enfrentar los desafíos que se presentan en el horizonte global.
Según el informe IBO Report 2024, elaborado por la Organización Internacional del Arándano, la expansión de la producción mundial y el crecimiento del consumo per cápita en mercados emergentes presentan un panorama lleno de oportunidades. Sin embargo, la competencia es cada vez más feroz y los mercados son altamente volátiles. El Perú no puede descansar en sus laureles, pues la clave para seguir siendo competitivo radica en la innovación constante, la diversificación de mercados y la adopción de prácticas agrícolas sostenibles que garanticen productos de calidad.
El periodo 2024/2025 se perfila como un ejemplo claro de la resiliencia del Perú. Tras enfrentar adversidades climáticas en 2023, el país logró un volumen récord de exportación de 324,000 toneladas de arándanos. Este éxito envía un mensaje claro al mundo: el Perú es un proveedor confiable y capaz de superar incluso los desafíos más exigentes. No obstante, también persisten sombras en el camino, como la dependencia de unos pocos mercados y los riesgos asociados a la volatilidad climática.
Diversificar los mercados es una necesidad urgente para reducir la vulnerabilidad del sector ante fluctuaciones en la demanda. Además, la inversión en investigación y desarrollo es fundamental para adaptarse al cambio climático y optimizar la eficiencia de los cultivos. La adopción de tecnologías innovadoras, como sistemas de riego eficientes y prácticas agrícolas sostenibles, es crucial para mantener la competitividad de las exportaciones peruanas.
A lo largo de los años, el arándano peruano se ha convertido en un símbolo del potencial del país. Este producto no solo representa una fuente significativa de ingresos, sino también la capacidad del Perú para competir en el mercado global con productos de alta calidad. El futuro de la industria del arándano peruano es prometedor, pero su sostenibilidad dependerá de la habilidad del país para adaptarse y afrontar los retos del entorno global.
El Gobierno peruano ha desempeñado un papel fundamental en el éxito de las exportaciones de arándanos, implementando políticas estratégicas de promoción de exportaciones. A través de acuerdos comerciales internacionales y el apoyo financiero a los productores, el Estado ha facilitado la apertura de nuevos mercados. Además, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria del Perú (Senasa) ha jugado un rol crucial, proporcionando soporte técnico y normativo que ha permitido el acceso a mercados internacionales.
Una de las claves del éxito del Perú ha sido la inversión en infraestructura vial y portuaria, lo que ha optimizado la exportación de productos agrícolas. Además, la promoción de la imagen del país como productor de alimentos saludables y de alta calidad ha fortalecido su posición en los mercados globales. La creciente demanda de alimentos saludables, como los arándanos, ha sido impulsada por los beneficios de este fruto para la salud, lo que ha permitido al Perú satisfacer las necesidades de mercados importantes como Estados Unidos.
A pesar de estos logros, el sector de exportación de arándanos sigue enfrentando algunos desafíos. Según datos del Midagri, las exportaciones de arándanos en 2024 estuvieron concentradas en tres mercados principales: Estados Unidos (55%), Países Bajos (21%) y Hong Kong (9%). Estos tres países representaron el 85% de las exportaciones totales. Esta concentración de mercados presenta un riesgo, ya que una disminución en la demanda o la imposición de barreras comerciales en estos países podría afectar gravemente al sector peruano.
El camino hacia el futuro está claro: mantener y reforzar la posición del Perú en el mercado global de arándanos dependerá de la diversificación de mercados, la adopción de tecnologías innovadoras y la continua promoción de la calidad y sostenibilidad del producto. Solo mediante un enfoque estratégico y sostenido se podrá garantizar que el «oro azul» peruano siga brillando con fuerza en los mercados internacionales.