La situación de los agricultores de papa en Cañete, región Lima, continúa siendo un tema preocupante. A pesar de las múltiples solicitudes y peticiones, los productores aún no logran que sus necesidades sean atendidas por las autoridades competentes. La crisis se ha vuelto tan grave que algunos agricultores, como Sabino Lira Meléndez, se han visto obligados a regalar parte de su cosecha debido a los bajos precios del producto en el mercado.
La papa es uno de los cultivos más significativos para la economía agropecuaria de la región, siendo la principal fuente de sustento de muchas familias. Sin embargo, el mercado enfrenta una constante caída en los precios, lo que amenaza la viabilidad económica de los productores. En este contexto, Lira Meléndez permitió que familias de bajos recursos ingresaran a su terreno arrendado para cosechar el producto antes de que se deteriorara.
Lira, quien ha invertido más de S/140,000 en la cosecha de siete hectáreas de papa, explicó que cada hectárea le cuesta un promedio de S/7,000, y la siembra de cada terreno le demanda una inversión de S/20,000. Con el precio del kilo de papa desplomado a solo 20 céntimos, debido a la sobreproducción y falta de demanda, Lira no ha podido recuperar ni siquiera sus costos básicos de producción.
La situación de Sabino Lira refleja una realidad común entre los agricultores de Cañete. La falta de una estructura adecuada que regule los precios del mercado deja a los productores vulnerables a los intermediarios, quienes son los principales beneficiarios de esta crisis. «No podemos vender nuestros productos a un precio justo», señala Lira, quien, al igual que muchos de sus colegas, clama por la necesidad de un diálogo con las autoridades del sector agrícola.
La comunidad local en Cañete también ha alzado su voz en protesta, señalando que la sobreproducción y la falta de regulación han llevado a muchos agricultores a regalar sus productos sin poder recuperar lo invertido. Este problema se ha vuelto insostenible para los productores, quienes enfrentan, además, otros obstáculos, como el alto costo de los insumos agrícolas y la escasez de créditos accesibles.
La falta de políticas públicas eficaces que protejan y regulen el mercado de la papa está llevando a los agricultores de Cañete a un callejón sin salida. Ante esta situación, es urgente que el gobierno se involucre de manera directa y proponga soluciones viables para evitar que más productores se vean forzados a abandonar sus tierras o regalar sus cosechas.
La comunidad de Cañete sigue esperando respuestas concretas que permitan a los agricultores superar esta crisis, recuperar sus inversiones y garantizar un futuro sostenible para el cultivo de papa en la región.
