La representante del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, Sarah Laughton, subrayó que la inseguridad alimentaria en Perú no se debe a la falta de alimentos, sino a su costo, lo que a menudo dificulta su acceso para muchas personas. En el contexto del Día Mundial de la Alimentación, Laughton enfatizó que involucrar a pequeños agricultores en el mercado privado podría hacer que los alimentos sean «más asequibles» para la población.
Durante una entrevista en Ampliación de Noticias, Laughton destacó que, al integrar a pequeños agricultores, no solo se les permite producir, sino también vender sus productos, no solo en mercados públicos, sino también en el sector privado. Esta estrategia puede resultar en alimentos de calidad y nutrición, producidos de manera sostenible, que sean accesibles para todos.
En su intervención, la directora del Programa Mundial de Alimentos en Perú resaltó la importancia de los pequeños agricultores como pieza clave para reactivar la economía y asegurar la disponibilidad de alimentos a precios razonables. Comentó sobre la Ley 31071 de Compras Estatales, que favorece la agricultura familiar y promueve este enfoque.
Laughton explicó que la ley estipula que los programas sociales deben abastecerse en un 30% de productos de la agricultura familiar, aunque su implementación ha sido limitada hasta ahora. Afirmó que alrededor de 200,000 familias de agricultores en Perú están capacitadas para producir excedentes que podrían abastecer tanto a programas sociales como al mercado general.
«El rol de los pequeños agricultores es fundamental», reiteró Laughton, quien enfatizó el potencial de esta ley para mejorar la seguridad alimentaria en el país.
Además, Laughton recordó que el Día Mundial de la Alimentación, celebrado cada 16 de octubre desde 1980, busca crear conciencia sobre la inseguridad alimentaria y promover acciones que beneficien el futuro de la alimentación.
Señaló que lo que comemos hoy impacta directamente en nuestro futuro y resaltó el estudio realizado junto a CEPAL y el Ministerio de Salud, que analiza la carga económica de la malnutrición en Perú. Este estudio revela que esta carga representa casi el 5% del PIB del país.
Para Laughton, este 5% se traduce en más de 10,000 millones de dólares en «productividad desperdiciada». Explicó que la malnutrición no solo afecta la productividad, sino que también acarrea costos significativos para el sistema de salud pública, lo que podría neutralizar el crecimiento económico esperado del país en el próximo año.