Ante la creciente amenaza que representa el Fusarium Raza 4 Tropical (R4T), una enfermedad que afecta gravemente a las plantaciones de banano, CultiVida ha emitido una serie de recomendaciones dirigidas a agricultores y productores. Estas sugerencias enfatizan la implementación del Manejo Integrado de Cultivo (MIC) como una estrategia esencial para mitigar el impacto de esta devastadora plaga.
El marchitamiento causado por el Fusarium R4T no solo perjudica las plantaciones de banano, sino que también daña el suelo, lo que representa una amenaza significativa para la economía agrícola. Esta problemática es de suma importancia para el sector bananero, ya que su impacto se siente en todos los niveles de producción.
Recientemente, diversas autoridades se han reunido para establecer estrategias y soluciones frente a esta problemática. Se estima que el Fusarium R4T pone en riesgo el 80% de la cosecha de banano a nivel global, lo que subraya la urgencia de actuar.
En el ámbito de la producción local, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) reportó que en 2023 la producción peruana de banano sufrió una caída en las exportaciones por cuarto año consecutivo. Este descenso representa un reto importante para los agricultores y el mercado nacional.
Durante el mismo año, Perú alcanzó una producción comercial de 2 millones 414.382 toneladas de plátano, cultivadas en más de 160,000 hectáreas en todo el país. San Martín fue la región que lideró la producción, con un total de 467,452 toneladas, seguida de Piura, Ucayali, Loreto y Huánuco.
CultiVida ha enfatizado la necesidad de una respuesta coordinada que utilice técnicas sostenibles, no solo para controlar la plaga, sino también para preservar la salud del suelo y la biodiversidad local. Esta visión holística es esencial para la sostenibilidad del sector.
Rubén Carrasco, director ejecutivo de CultiVida, subrayó que el Manejo Integrado del Cultivo es clave para enfrentar las amenazas de manera proactiva y sostenible. “La estrategia de prevención y control combina prácticas culturales adecuadas con un uso racional de productos fitosanitarios, siempre que sea necesario”, afirmó.
Entre las recomendaciones más relevantes para el manejo del Fusarium R4T se encuentran: realizar monitoreos constantes para detectar síntomas tempranos, limpiar exhaustivamente las áreas de cultivo al final de cada temporada, y eliminar desechos del cultivo.
Además, se sugiere implementar medidas de bioseguridad para evitar la movilización de plantas o suelos infectados, desinfectando herramientas y maquinaria que hayan estado en contacto con cultivos contaminados. También es recomendable reemplazar plantas con síntomas para prevenir la propagación de la enfermedad.
CultiVida, en colaboración con organismos como Senasa, está comprometido con la formación de expertos en sanidad vegetal. Esto incluye la creación de mesas técnicas y programas de capacitación en inocuidad y Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) para asegurar que los agricultores tengan las herramientas necesarias para enfrentar las plagas y las adversidades climáticas.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se estima que las plagas causan pérdidas de hasta un 40% en la producción agrícola mundial cada año, lo que agrava las dificultades para alimentar a una población en crecimiento. Por ello, es esencial adoptar un enfoque proactivo y coordinado.
